Hola supermamis,
Hoy me gustaría hablaros de la tan ansiada y esperada llegada de nuestros bebés.
Después de nueve meses de espera, fácil o complicada, cansada o sobre ruedas y tantos y tantos tipos de embarazos (de los cuales, ya hablaré más en profundidad en otro post), llega el momento de ver a nuestro bebé, al que tanto hemos deseado conocer y con el que tanto, por lo menos en mi caso, hemos soñado.
Es un momento realmente mágico aunque suene a "topicazo" pero, también un momento realmente complicado de gestionar y con el que lidiar, sobretodo para madres primerizas como yo y es del que os quiero hablar hoy. Una vez pasas por el parto y llegas a la habitación, sin ahondar en todos los pasos anteriores que, en cada caso habrán sido totalmente diferentes, te encuentras con esa pequeña "mini persona" (es como nosotros llamamos en ocasiones a nuestro peque), que requiere de todo tu tiempo, atención y cuidados y en definitiva, de toda tu vida que, hasta ese momento era tuya y ahora es totalmente suya.
Llegan los miedos, el pensar ¿lo haré bien?, ¿sabré porque llora?, ¿tendrá frío o calor o tal vez hambre?, ¿tengo que cogerlo o debo dejar que llore un poco y aprenda a consolarse para no malacostumbrarlo? y una infinidad de preguntas que van surgiendo desde ese momento hasta... hasta... hasta siempre jamás.
La verdad es que no hay una respuesta a cada pregunta y es cierto que aprendes a atenderlo y a auto responderte a ti misma y a todas esas preguntas, a medida que van pasando los días y vas conociendo a tu bebé que es ahora tu hijo y que es realmente único en cuanto a demanda, personalidad y exigencias se refiere.
Todo pasa, sales del hospital y dejas atrás a todas esas personas, profesionales, que han dedicado dos o tres días en el mejor de los casos y algunos más en los casos más complicados, a cuidar de ti como mamá y a tu bebé como recién nacido y darte todo tipo de consejos y repito TODO TIPO DE CONSEJOS, que en el mejor de los casos te ayudarán a continuar y tener una base cuando llegues a tu hogar, o te confundirán y tendrás que seguir adelante en tu nueva vida como madre. En estos casos y sobre los consejos, he de deciros que funciona bastante el, ESCUCHAR, ASENTIR Y HACER LO QUE TE DÉ LA GANA o dicho más suavemente, lo que consideres más adecuado a tu estilo de vida, de crianza y de ti. Desde ese momento y hasta el fin de los días, no pararás de escuchar consejos. Consejos de todo tipo, de todas las épocas, de abuelas, de amigas, de hermanas, de padres y madres, serán en la mayoría de casos constructivos y hechos desde la experiencia y desde el corazón, para ayudarte e intentar guiarte en tu nueva maternidad, de personas que te quieren y han pasado antes por eso aunque, cada madre, familia y bebé es un mundo y como dice mi suegra: -Tendrás que hacer de tu capa un sayo, para que los menos constructivos, críticas y demás, te resbalen y lo hagas a tu manera, que es lo que acabarás haciendo y lo harás lo mejor que sepas y puedas, que al final es lo que cuenta.
No temáis equivocaros, perderéis la paciencia y os perderéis en ocasiones, a vosotras mismas pero, volveréis a encontraros para conoceros aún mejor y a una nueva versión de vosotras mejoradas ahora como madres y es que no hay nadie mejor en el mundo para nuestros hijos que nosotras, sus SUPERMAMIS.
